Acerbo, M. et al (2021) Aportes para pensar la experiencia en educación a distancia y la vuelta a las aulas en
la Cátedra de Producción Porcina de la carrera de Veterinaria CAMPO UNIVERSITARIO/ Año 2 N°4 / 2(4)
Agosto – Diciembre 2021/ ISSN: 2718-6121
el intercambio en pos de generar una construcción colectiva del conocimiento. Por su parte, los foros
de consulta tuvieron el objetivo de establecer canales específicos de comunicación entre docentes y
alumnos, tanto para mitigar dudas como para intercambiar ideas. A través de ellos, por tanto, se
promovió la comunicación e intercambio entre docentes y estudiantes, y se recogieron aquellas
dudas e inquietudes que presentaron los mismos. Las mismas fueron atendidas a través de
mecanismos de comunicación interna específicamente diseñados, y también fueron retomadas en
las clases.
Considerando que la educación necesariamente debe centrar el foco en el estudiante, en el progreso
de cada alumno y en el proceso de construcción de aprendizajes genuinos y significativos, para el
curso de Producción Porcina en la modalidad remota se desarrollaron evaluaciones centradas en un
enfoque formativo. Como afirma De Ketele (1984), toda evaluación debe servir como elemento
formativo de corrección de los procesos de enseñanza. En esta línea, siguiendo a Toranzos (2014,
2020), también indica que la evaluación forma parte del proceso de enseñanza, por lo cual resulta
valioso asumirla como una herramienta que permita recoger información sobre los aprendizajes de
los alumnos y realizar ajustes en el proceso educativo. En este marco, las evaluaciones formativas
permiten realizar un seguimiento de los aprendizajes de los estudiantes para ofrecerles
retroalimentación sobre su propio proceso de construcción de aprendizajes y, asimismo, realizar
ajustes en la enseñanza que permitan fortalecer los procesos educativos (Basabe, 2020). Por tanto,
considerando ello, a lo largo del curso se generaron instancias de autoevaluación orientadas a dar
retroalimentación al estudiante acerca de su proceso de aprendizaje y a aportar información a la
cátedra sobre el proceso educativo para delinear acciones de ajuste e intervención en vistas de
mejorarlo y fortalecerlo. En este sentido, se consideró a la evaluación como una forma de regulación
interna de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, como herramienta para orientar las
decisiones pedagógicas (Cols, 2002).
Adicionalmente, se diseñó un trabajo final integrador para evaluar no sólo los resultados de
aprendizaje, sino los procesos. Dicho trabajo constó de producciones individuales por parte de los
alumnos, las cuales constaron de la resolución de problemas propios de la práctica profesional, y
contaron con el seguimiento de los docentes y procesos de retroalimentación. Siguiendo a Basabe,
Leal Falduti y Tornese (2020), en el marco de evaluaciones formativas, la retroalimentación por
parte de los docentes es una cuestión clave por dos motivos: en primer lugar, porque permite al
estudiante identificar aquellos aspectos que debe mejorar, aportándole indicios sobre la dirección
en que deben orientar sus esfuerzos; y, en segundo lugar, porque permite al docente recoger errores,